Este verano me parece que vamos a pasar de un día para otro del traje del baño al chambergo y de las gafas de sol al paraguas; si hace unas semanas buscábamos el sol, ahora serán las sombras las que empiecen a cotizarse. Gracias al cambio climático, sin salir de La Manchuela, se puede disfrutar desde crudos inviernos nórdicos a abrasadores veranos saharianos, o en plena primavera tener días veraniegos, otoñales… según se tercie.
El campo, en cuestión de días, ha cambiado del verde al amarillo pajizo. Algunos trigales parecían haber sido plantados de ababoles, y los únicos que siguen erguidos bajo el sol son los cardos, algunos de ellos ya tienen un par de metros de envergadura. A este paso deberemos ir pensando en ir replantando en estas tierras cactus y palmeras… Tiempo al tiempo.
junio 24, 2010 a las 08:23
maravillosa foto de verano
junio 26, 2010 a las 23:40
oye Angel, lo de la foto es un cactus? por que si es así, está algo crecido, einnn?
A ver cuando me haces un nombramiento honorífico del informante más colaborador de El Bienhablao
hala!